PERFIL Y ÁMBITO LABORAL DEL CONTADOR
La carrera de contador es muy extensa y variada, basta con ver las
diferentes opciones que nos encontramos en las universidades, desde la simple y
llana “Contaduría Pública” hasta las más rebuscadas “Contaduría y finanzas
internacionales”, “Contabilidad con enfoque en auditoría”.
La función
que cumple dentro de la organización, destinado principalmente a apoyar la toma
de decisiones administrativas, pero también se analiza el papel moral de éste
frente a las decisiones administrativas que van en contra de los cánones del
Código de Ética Profesional y la responsabilidad que le compete en el
desarrollo de sus actividades. La propuesta es que el contador debe proveer de
las herramientas necesarias para la toma de decisiones de la empresa, en un
nivel estratégico, táctico u operativo.
El contador
público, en su desempeño profesional, debe tener como requisito ser una persona
honorable, con alto grado de principios moral éticos en el desempeño de sus
funciones, a fin de que su nombre no se vea envuelto en asuntos de dudosa
procedencia, o manejo inexplicable. El contador debe mantener la exactitud e
integridad moral que debe caracterizar al trabajo de la contabilidad en las
organizaciones y, la empresa, por su parte, tiene una finalidad con respecto al
profesional de la contabilidad, y es la de respetar su buen desenvolvimiento
dentro de la empresa. Esto quiere decir que no le debe imponer oeste asunto que
pongan en tela de juicio la moralidad de la misma.
EL
CONTADOR PÚBLICO
Universalmente, se conoce como Contador
Público, aquel profesional dedicado a aplicar, analizar e interpretar la
información contable y financiera de una organización, se conoce también como
aquel experto con formación universitaria en ciencias empresariales, con
especial énfasis en materias y prácticas
contable-financiero-tributaria-administrativas, auditoria externa e interna y
servicios de asesoramiento empresarial. El Contador Público es el profesional
de las finanzas por excelencia y por consiguiente con gran expectativa en el
futuro.
FORMACIÓN DEL
CONTADOR PÚBLICO
La formación básica del Contador Público le
posibilita una adecuada preparación en las tres áreas fundamentales que
integran las ciencias económicas: Sistemas de Información Contable,
Administración y Economía. En base a un Plan de Estudios permanentemente
actualizado, el estudiante de la Carrera de Contabilidad, Auditoria y Finanzas
adquiere conocimientos fundamentales de contabilidad computarizada, auditoria,
finanzas, análisis de estados financieros, entendimiento de la dinámica de los
negocios, costos, organización, tributación e informática.
¿QUÉ SE ESPERA DEL
ESTUDIANTE DE CONTABILIDAD, AUDITORIA Y FINANZAS?
Que al término de sus estudios universitarios
se convierta en un profesional que sepa desenvolverse en un entorno que está
sujeto a cambios permanentes y que sea capaz de comprender la realidad de la
disciplina contable dentro de organizaciones que están sujetas a dichos
cambios.
Que sea
capaz de registrar, evaluar y diagnosticar las actividades y operaciones
económicas y patrimoniales de las instituciones y empresas y de construir y
utilizar técnicas y procedimientos para buscar soluciones creativas a los
problemas patrimoniales, financieros y societarios de las mismas. Valore los
estados contables como una necesidad gerencial para la toma de decisiones y no
como una mera formalidad.
CAMPOS
OCUPACIONALES DEL CONTADOR
Esta
carrera es la más tradicional de las vinculadas con las Ciencias Económicas y
cuenta por ello con un amplio reconocimiento en el medio social y laboral. El
Contador es un profesional con un amplio ámbito de acción, pudiendo
desempeñarse en empresas y organizaciones del sector privado, nacionales o
filiales de empresas internacionales y entidades del sector público;
principalmente como responsable de las áreas y procesos de contabilidad,
auditoria, finanzas y de administración general.
El ámbito
de competencia profesional otorgado abarca diversas rubros de negocios, entre
los que destacan servicios, industria, producción, agricultura; así como
también las posibilidades de trabajo son múltiples. El Contador Público puede
actuar como:
v
Contador General
v
Administrador Financiero
v
Contador de Gestión Empresarial
v
Contador de Costos
v
Auditor Financiero
v
Auditor Operativo
v
Auditor Tributario
v
Auditor de Sistemas
v
Auditor Interno
v
Contralor y Contador en el Área Gubernamental
v
Perito Contable
Con
experiencia y actualización permanente su actividad puede ampliarse a la
docencia universitaria y a la investigación, muchos graduados trabajan en
relación de dependencia, integrando equipos directivos en la Administración
Pública nacional, provincial y municipal; Asimismo, en el mundo de los negocios
está capacitado para generar su propia empresa
Las
asesorías tributarias contables realizadas de manera independiente. En este
contexto los servicios de asesoría tributaria se han convertido en una
herramienta indispensable para el crecimiento y desarrollo de las empresas; una
empresa que no toma en cuenta que todas las actividades que realiza tienen
relevancia tributaria estará corriendo un serio riesgo de tener contingencias
tributarias en un futuro, que podrían poner en peligro no sólo la rentabilidad
sino incluso la existencia misma del negocio. En efecto todas las actividades
que realiza la empresa tienen efecto en la determinación de los tributos que
debe pagar: contratos de arrendamiento, contratos de trabajo, contratos de préstamos,
adquisiciones, mejoras en los activos fijos, gastos en movilidad, gastos en
vehículos, etc.
EL CONTADOR
PÚBLICO: GESTOR PRINCIPAL EN LAS ORGANIZACIONES
Ninguna profesión está más ligada a la
información que la contabilidad, sobre todo en el entorno de las
organizaciones, cualesquiera que fuere su tipo o dimensión, de allí que la
demanda de la información, a todo nivel de las mismas, ha de pasar, quiérase o
no, por el tamiz contable, más aún si ha de incidir en la toma de decisiones,
que todos esperan sean siempre acertadas y oportunas.
El exponencial avance de la tecnología
informática y de comunicaciones ha superado todas las expectativas y de la mano
con la economía mundial de mercado y la muy conocida y citada globalización
incide en las organizaciones, obligando a un mejor y más rápido proceso de los
datos, para convertirlos en información. Pero, este proceso automatizado y
veloz no lo realizan las personas que tienen bajo su responsabilidad el manejo
de la información y menos aún tales responsables gustan o buscan involucrarse
en los aspectos concomitantes al proceso de transformar los datos en
información. Es obvio que nos referimos a quienes tienen bajo su
responsabilidad el registro de los datos concernientes a hechos económicos o
transacciones, que por diversos conceptos realizan las organizaciones: Los
Contadores Públicos
EL
CONTADOR PÚBLICO: EJE CENTRAL DE LA ORGANIZACIÓN
Debe ser el artífice que interprete y
solucione los requerimientos de los usuarios: Que dicte las pautas y organice
la información, interactuando con las otras áreas y con los profesionales y
ejecutivos de la empresa, de manera tal que la información solicitada por
ellos, conlleve el valor agregado de ser útil para la toma de decisiones
acertada y oportuna. Porque las decisiones de las que depende el futuro de una
organización no deben ser solamente acertadas, ya que una buena decisión que
llega tarde es tan inadecuada como una mala decisión.
Las organizaciones son dinámicas y cuanto más
cerca de los hechos se encuentre la información y cuánto más adecuada sea a las
necesidades del usuario, con prescindencia del nivel de éste en la
organización, más tiende a convertirse en conocimiento. De allí la necesidad de
quebrar algunos esquemas y romper paradigmas que alejan al Contador Público del
centro del escenario que debe ser su "leit motiv", Convertir
información en conocimiento", es decir constituirse en el gestor del
conocimiento en las organizaciones, llegando a cada nivel de las mismas y
auscultando y coordinando las necesidades de información, luego hacer que ésta
sea realmente útil para la toma de decisiones, más aún en la llamada
"aldea global" en donde todo está aquí y ahora; el contador público se ubica actualmente en
un nuevo mundo basado en el conocimiento, la información y la combinación de
estos, para la obtención de una realidad dinámica que se mueva constantemente.
El
contador está redirigiendo su camino hacia nuevos horizontes que le permitan
relacionarse, además de la empresa, con la sociedad no solamente en aspectos
sistemáticos, sino también en los sociales, identificándose como un individuo
capaz de interconectarse con el mundo externo para desarrollar nuevas
estrategias colectivas de vida. Sin embargo no resulta tan fácil, si el
contador no se centra en puntos de desarrollo comunes a: la economía, cultura y
política de una sociedad.
Como
profesional, el contador debe tener objetivos trazados en su proyecto de vida,
que le permita beneficiarse de procesos de comunicación y transformación de
información en conocimientos prioritarios en esta incesante evolución. Pero si
no se apropia de temas de investigación, lo cual es fundamental para el
desarrollo de su profesión, hará imposible su intervención en esta sociedad en
plena globalización, y en espera de la era post modernista, la que será guiada
por profesionales íntegros con la habilidad de estar en entera
retroalimentación con el mundo superficial.
Se ha
hecho necesario la intervención de la sociedad en la creación de nuevos
principios de la contaduría, estructurándola como una forma sencilla y adecuada
de combinar desarrollo social con el desarrollo contable para llevar a la
contaduría a la interconexión con el mundo fuera de los libros de una compañía.
En
conclusión, la contaduría se está transformando y con ella la metodología que
se emplea para ejercer la profesión en un medio económico imponente,
competitivo e inexcusable ante la circunstancias por la que pasa el mundo en la
actualidad y las condiciones de vida en las que viven millones de personas, que
a menos de que alguien haga algo por ellas, se sumirán en un gran proceso de
destrucción así mismas y del futuro de la sociedad.
Fuente: http://es.slideshare.net/ladykittie/campos-ocupacionales-del-contador-i-8395111
ÉTICA PROFESIONAL DEL
CONTADOR PÚBLICO
ÉTICA
La Ética es la ciencia
de la conducta humana, que estudia la forma de actuar que tenemos todos los
hombres frente a nuestros semejantes y la manera en la que nos desenvolvemos en
nuestras actividades diarias.
La Ética es un conjunto
de conocimientos sistemáticos, metódicos y racionales basados en la experiencia
y fundados en principios.
La ética en líneas
generales es la forma de lograr nuestros objetivos en la vida por el camino más
correcto, respetando siempre los derechos de los demás, esas personas con las
que nos toca convivir y con las que en su relación con nosotros, no solo importa
el cuanto sino el cómo.
ÉTICA
PROFESIONAL
La ética Profesional es
reconocida como la ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos de
los profesionales en el cumplimiento de sus actividades Profesionales.
A la Ética Profesional
también se le conoce como Deontología Profesional ya que se encarga del estudio
y tratado de los deberes y comportamiento de los Profesionales en el desempeño
de sus actividades Profesionales y personales.
La Ética Profesional es
la ética en sí aplicada al ejercicio de una Profesión y comprende los
principios de la actuación moral de todos sus miembros en las circunstancias
peculiares en que sus deberes profesionales los colocan. Las personas que
ejercen una Profesión en las que ofrecen sus conocimientos y habilidades al
servicio de otros, tienen responsabilidades y obligaciones con todos los
sectores y personas que confían en su trabajo, por lo que es imprescindible
para estos Profesionales la aceptación y el cumplimiento de las Normas de Ética
que regulan su relación con sus Clientes, Empleadores, Empleados, Estado y
Público en general.
La Ética Profesional,
puede definirse como el conjunto de normas y principios asumidos
voluntariamente por quienes ejercen una determinada Profesión.
ETICA DEL CONTADOR PÚBLICO
Debemos tener presente
que la profesión de Contador Público, tiene como objetivo satisfacer las
necesidades de información sobre las organizaciones sociales de los distintos
agentes de la sociedad, lo cual se logra mediante la cuantificación de hechos
socio- económicos, a fin de producir información para controlar, planificar,
medir y optimizar la gestión, para la efectiva y oportuna toma de decisiones.
El Contador Público,
como depositario de la confianza pública, "da fe" cuando suscribe un
documento que expresa opinión sobre determinados hechos económicos pasados,
presentes o futuros.
En sus actuaciones el
Contador Público debe considerar y analizar al usuario de sus servicios como
ente económico independiente, observando en todos los casos los Principios de:
Integridad, Objetividad, Independencia, Responsabilidad, Confidencialidad,
Respeto y Observancia de las disposiciones normativas y reglamentarias,
Competencia y actualización Profesional, Difusión y colaboración, Respeto entre
Colegas, y Conducta Ética intachable.
El conocimiento y
aplicación de lo normado en el Código de Ética Profesional del Contador Público
es de vital importancia en su desempeño profesional.
IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN LA CONTABILIDAD
La ética forma parte, o
mejor dicho debería formar parte, tanto de nuestro ámbito personal como, por
extensión, de nuestro ámbito profesional, recalcando principios y valores como
la sinceridad, la buena fe y la profesionalidad en las funciones .Del mismo
modo que los profesionales de la medicina poseen su Código Deontológico como
una guía ética, los contadores públicos responden ante su Código de Ética,
elaborado por la Federación Internacional de Contadores. Esta normativa de la
conducta abarca diferentes aspectos como son la integridad, la objetividad, la
competencia, la confidencialidad, la
competencia, la confidencialidad y por último el comportamiento profesional.
A pesar de la
existencia del Código de Ética que trata de resolver los conflictos de interés
internos como aquellos que se derivan de las presiones externas, lo cierto es
que en el desarrollo del día a día de una empresa en funcionamiento es muy
difícil llevarlas ponerlas en práctica porque el beneficio tanto propio como de
la entidad deja en un segundo plano a las conductas morales que lo han llevado
a cabo.
Bajo el término
earnings managment se incluyen aquellas prácticas contables orientadas a que
los estados financieros presentados por las sociedades respondan a los
intereses de los directivos, en contra del aspecto fiel que debe reflejar los
Estados Contables y que se anteponen a toda ética del profesional contable.
Esto sucede porque el beneficio es un indicador de calidad sobre la directiva
por lo que “cocinar” buenos beneficios generará remuneraciones adicionales por
cumplimiento de objetivos. También existen incentivos para reducir la carga
fiscal de la empresa a través de la contabilidad.
La historia ha
demostrado que a pesar de la profesionalidad del contable y de la ética que
éste procese, la presión económica es más intensa, lo que ha propiciado
escándalos contables muy sonados. Por ejemplo, en Japón de la década de los
noventa se extendió la práctica contable del tobashi, que se utilizaba para
ocultar las pérdidas derivadas de la burbuja inmobiliaria vivida entre 1985 y
1989. El tobashi consistía en trasladar
temporalmente a las empresas subsidiarias que no formaban parte del grupo
consolidado las pérdidas incurridas por créditos impagados. Con este fin la
empresa matriz podía pasar las auditorias de una manera solvente. Desde luego
que esta práctica carece de toda objetividad o integridad que pudiera reflejar
un Código Ético pero entre alterar la veracidad de los estados financieros o
ser despedido con las cargas que cada uno arrastra, se genera un gran conflicto
interno, en el que las cargas hipotecarias de uno mismo y las facturas a pagar
del mes a mes adquieren un peso importante.
Para finalizar, es
importante recordar que el sector de financiero depende en sus decisiones la
veracidad que ofrecen los Estados Financieros de cualquier empresa, por lo que
no sólo es preciso un correcto marco normativo cuya finalidad sea reflejar la
imagen fiel de sus cuentas sino que la empresa y el departamento contable en
particular deben tener la voluntad de aplicar tal normativa, sea cual sea el
escenario económico de la empresa. En un escenario de pérdidas, existe un
incentivo a maquillar el resultado negativo con cocina contable, por mucho
Código de Ética en la práctica contable que exista. Estas prácticas son un
fraude que termina generando malas decisiones de inversión y sostienen
artificialmente las cotizaciones, hasta que cruda realidad de las cuentas o bien
un informe externo de una agencia independiente, desmantela la cocina contable
y luego la cotización se hunde tal y como pasó en casos como Pescanova o bien
Gowex
EL CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL CONTADOR PÚBLICO – IFAC
La Contaduría Pública es una profesión que tiene como fin satisfacer necesidades de la sociedad, mediante la medición, evaluación, ordenamiento, análisis e interpretación de la información financiera de las empresas o los individuos y la preparación de informes sobre la correspondiente situación financiera, sobre los cuales se basan las decisiones de los empresarios, inversionistas, acreedores, demás terceros interesados y el Estado acerca del futuro de dichos entes económicos. Esta certificación, hará parte integral de lo examinado.
El Contador Público, sea en la actividad pública o privada es un factor de activa y directa intervención en la vida de los organismos públicos y privados. Su obligación es velar por los intereses económicos de la comunidad, entendiéndose por ésta no solamente a las personas naturales o jurídicas vinculadas directamente a la empresa sino a la sociedad en general y naturalmente el Estado.
Esencia del Contador Público
La conciencia moral, la aptitud profesional y la independencia mental constituyen la esencia espiritual del Contador Público
El ejercicio de la Contaduría Pública implica una función social especialmente a través de la fe pública que se otorga en beneficio del orden y la seguridad en las relaciones económicas entre el Estado y los particulares o de estos entre sí.
La sociedad en general y las empresas en particular son unidades económicas sometidas a variadas influencias externas. El Contador Público en el desarrollo de su actividad profesional deberá utilizar en cada caso los métodos de análisis y evaluación más apropiados para la situación que se presenta, dentro de los lineamientos dados por la profesión y podrá además, recurrir a especialistas de disciplinas diferentes a la Contaduría Pública y a la utilización de todos los elementos que las ciencias y la técnica ponen a su disposición.
CÓDIGO DE ÉTICA IFAC
La Federación Internacional de Contadores (IFAC), como lo establece su constitución, tiene como misión “el desarrollo y fortalecimiento de la profesión contable a nivel mundial con estándares armonizados, capaces de proporcionar servicios de alta calidad a favor del interés público”.
Para el cumplimiento de esta misión, el Comité Ejecutivo de la IFAC ha creado el Comité de Ética de la IFAC para desarrollar y emitir, bajo su propia autoridad, estándares éticos de alta calidad y otros pronunciamientos para el uso de los Contadores profesionales en todo el mundo. La Federación Internacional de Contadores (IFAC) ha emitido el Código de Ética del Contador Profesional, que promueve su aplicación por parte de todos los Contadores del mundo.
Este Código de Ética, establece las reglas de conducta para todos los Contadores del mundo y determina los principios fundamentales que se deben respetar para perfeccionar los objetivos comunes de la profesión, además establece que estos principios son igualmente válidos para todos los Contadores ya sea que trabajen en el sector público, privado o en la docencia.
El Código de Ética del Contador Profesional de la Federación Internacional de Contadores (IFAC), reconoce que los objetivos de la Profesión Contable son trabajar al más alto nivel de profesionalismo y para esto tiene cuatro exigencias básicas: Credibilidad, Profesionalismo, Calidad del Servicio, y Confianza. El Código de Ética de la IFAC enuncia cinco Principios Fundamentales, los que deben cumplir todos los Contadores del mundo, y son: Integridad Objetividad Competencia Profesional y debido cuidado Confidencialidad Comportamiento Profesional.
El Código de Ética para Contadores Profesionales de la IFAC. Versión 2006, fue revisado por el Consejo de Normas Internacionales de Ética para Contadores de la IESBA en julio del 2009, y fue aprobado por el Comité Ejecutivo de la IFAC para su implementación a nivel mundial, entrando en vigencia desde el 1 de enero del 2011.
Este Código de Ética del Contador Profesional de la IFAC establece requerimientos éticos para los Contadores profesionales de todo el mundo, disponiendo que ninguna institución o firma miembro de la IFAC puede aplicar normas menos rigurosas que las establecidas en este código.
El Código de Ética del Contador Profesional de la IFAC, contiene tres partes:
Parte A: Aplicación General del Código.- Contiene la introducción y los Principios Fundamentales, en los cuales se encuentran definidos los cinco principios fundamentales de la Ética.
Parte B: Los Contadores Profesionales en la práctica pública.- Contiene algunos ejemplos de circunstancias que crean amenazas en la práctica profesional y las salvaguardas que se pueden tomar en cuenta para observar los principios fundamentales de la Ética.
Parte C: Los Contadores Profesionales en los negocios.- Contiene algunos ejemplos de circunstancias que crean amenazas para los Contadores que pueden ser empleados, socios, directores, y las salvaguardas para amparar los Principios de la Ética.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE ÉTICA PROFESIONAL
En consecuencia, el Contador Público debe considerar y estudiar al usuario de sus servicios como ente económico separado que es, relacionarlo con las circunstancias particulares de su actividad, sean éstas internas o externas, con el fin de aplicar, en cada caso, las técnicas y métodos más adecuados para el tipo de ente económico y la clase de trabajo que se le ha encomendado.
Observando en todos los casos los siguientes principios básicos de ética profesional:
1. Integridad.
2. Objetividad.
3. Independencia.
4. Responsabilidad.
5. Confidencialidad.
6. Observaciones de las disposiciones normativas.
7. Competencia y actualización profesional.
8. Difusión y colaboración.
9. Respeto entre colegas.
10. Conducta ética.
1. Integridad
El Contador Público deberá mantener incólume su integridad moral, cualquiera que fuere el campo de su actuación en el ejercicio profesional. Conforme a esto, se espera de él, rectitud, probidad, honestidad, dignidad y sinceridad, en cualquier circunstancia.
Dentro de este mismo principio quedan comprendidos otros conceptos afines que, sin requerir una mención o reglamentación expresa, puedan tener relación con las normas de actuación establecidas. Tales conceptos pudieran ser los de conciencia moral, lealtad en los distintos planos, veracidad como reflejo de una realidad incontrastable, justicia y equidad con apoyo en el derecho positivo.
2. Objetividad
La objetividad representa ante todo imparcialidad y actuación sin prejuicios en todos los asuntos que corresponden al campo de acción profesional del contador público. Lo anterior es especialmente importante cuando se trata de certificar, dictaminar u opinar sobre los Estados Financieros de cualquier entidad.
Esta cualidad va unida generalmente a los principios de integridad e independencia y suele comentarse conjuntamente con esto.
3. Independencia
En el ejercicio profesional, el Contador Público deberá tener y demostrar absoluta independencia mental y de criterio con respecto a cualquier interés que pudiere considerarse incompatible con los principios de integridad y objetividad, con respecto a los cuales la independencia, por las características peculiares de la profesión contable, debe considerarse esencial y concomitante.
Los Principios Éticos que rigen la conducta profesional de los Contadores Públicos, no se diferencian sustancialmente de los que regulan la de otros miembros de la sociedad
4. Responsabilidad
Sin perjuicio de reconocer que la responsabilidad, como principio de ética profesional, se encuentra implícitamente comprendida en todas y cada una de las normas de ética y reglas de conducta del Contador Público, es conveniente y justificada su mención expresa como principio para todos los niveles de la actividad contable.
En efecto, de ella fluye la necesidad de la sanción, cuyo reconocimiento en normas de ética, promueve la confianza de los usuarios de los servicios del Contador Público, compromete indiscutiblemente la capacidad calificada, requerida por el bien común de la profesión.
5. Confidencialidad
La relación del contador público con el usuario de sus servicios es el elemento primordial en la práctica profesional. Para que dicha relación tenga pleno éxito debe fundarse en un compromiso responsable, leal y auténtico al cual impone la más estricta reserva profesional.
6. Observancia de las disposiciones normativas
El Contador Público deberá realizar su trabajo cumpliendo eficazmente las disposiciones profesionales promulgadas por el Estado y por el Consejo Técnico de la Contaduría Pública aplicando los procedimientos adecuados debidamente establecidos.
Además deberá observar las recomendaciones recibidas de sus clientes o de los funcionarios competentes del ente que requiere sus servicios, siempre que estos sean compatibles con los principios de integridad, objetividad e independencia, así como con los demás principios y normas de ética y reglas formales de conducta y actuación aplicables en las circunstancias.
7. Competencia y actualización profesional
El Contador Público sólo deberá contratar trabajos para lo cual él o sus asociados o colaboradores cuenten con las capacidades e idoneidad necesaria para que los servicios comprometidos se realicen en forma eficaz y satisfactoria.
Igualmente el Contador Público, mientras se mantenga en ejercicio activo, deberá considerarse permanentemente obligado a actualizar los conocimientos necesarios para su actuación profesional y especialmente aquellos requeridos por el común y los imperativos del progreso social y bien común.
8. Difusión y colaboración
El Contador Público tiene la obligación de contribuir de acuerdo con sus posibilidades personales, al desarrollo, superación y dignificación de la profesión, tanto a nivel institucional como en cualquier otro campo que, como los de la difusión o de la docencia, le sean asequibles.
Cuando quiera que sea llamado a dirigir instituciones para la enseñanza de la Contaduría Pública o a regentar cátedras en las mismas, se someterá a las normas legales y reglamentarias sobre la materia, así como a los principios y normas de la profesión y a la ética profesional. Este principio de colaboración constituye el imperativo social profesional.
9. Respeto entre colegas
El Contador Público debe tener siempre presente que la sinceridad, la buena fe y la lealtad para con sus colegas son condiciones básicas para el ejercicio libre y honesto de la profesión y para la convivencia pacífica, amistosa y cordial de sus miembros.
10. Conducta ética
El Contador Público deberá abstenerse de realizar cualquier acto que pueda afectar negativamente la buena reputación o repercutir en alguna forma en descrédito de la profesión, tomando en cuenta que, por la función social que implica el ejercicio de su profesión, la importancia de la tarea que la sociedad le encomienda como experto y la búsqueda de la verdad en forma totalmente objetiva.
Los anteriores principios básicos deben ser aplicados por el Contador Público tanto en el trabajo más sencillo como en el más complejo, sin ninguna excepción. De esta manera contribuirá al desarrollo de la Contaduría Pública a través de la práctica cotidiana de su profesión.
Los principios básicos de ética son aplicables a todo Contador Público por el solo hecho de serlo, sin importar la índole de su actividad o la especialidad que cultive, tanto el ejercicio independiente o cuando actúe como funcionario o empleado de instituciones públicas o privadas, en cuanto sea compatible con sus funciones.
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ECONÓMICA DEL CONTADOR PÚBLICO
El contador público, ya sea que actúe como contador público, auditor o revisor fiscal, carga en sus hombros una gran responsabilidad social y económica para con su entorno, por cuanto de su labor desarrollada cabalmente dependen intereses de un sinnúmero de terceros, intereses que podrían verse amenazados por un trabajo descuidado del contador público.
Toda empresa tiene la obligación de llevar contabilidad de acuerdo a las normas y requerimientos legales, y si nos recurrimos la definición más básica y elemental de la contabilidad, esta tiene como tarea dejar un registro de las operaciones económicas realizadas por la empresa, de manera tal que luego se puedan generar reportes para diferentes análisis, o simplemente para hacer verificaciones de diferentes tipos.
El problema radica en que la contabilidad la realiza la misma empresa, lo cual puede restarle objetividad e imparcialidad ante una mirada crítica y escrutadora desde el exterior, de allí que se requiere de un mecanismo, una herramienta o forma de brindar confiabilidad a esos terceros interesados respecto a la información que emana de la empresa, y es allí donde entra a jugar un papel preponderante el contador público, pues es este quien ha sido designado para certificar y dar fe de la idoneidad de la información contable.
La contabilidad no sólo sirve para fines internos de la empresa, no sólo sirve para que los socios o dueños de la empresa lleven un control de los ingresos y gastos, activos y pasivos de su negocio; sirve también para que la empresa recurra a terceros en busca de financiación, ya sea mediante un crédito bancario, suministro de materias primas a crédito, o para captar recursos mediante acciones o títulos de deuda, etc.
Es en ese proceso en el que intervienen terceros que exponen sus recursos al hacer negocios con la empresa donde la calidad y confiabilidad de la contabilidad adquieren verdadera relevancia. En este caso, los terceros se basan de buena fe en la información que la contabilidad de la empresa ofrece, por lo que es apenas justo y razonable considerar que quien haga negocios con una empresa se expone a un riesgo derivado de una posible presentación fraudulenta de la información contable.
Es por ello que la función del contador público es brindar esa confianza donde por naturaleza existe desconfianza. Es su obligación y su responsabilidad asegurarse de que la contabilidad refleje la realidad verdadera de la empresa, y lo que esta dice tener es lo que en verdad tiene, y lo que dice deber es lo que en verdad debe. Ni mas ni menos, pues de no ser así se está induciendo al error a quienes hagan negocios con la empresa, error que podría degenerar en grandes pérdidas económicas para esos terceros de buena fe que confiaron en una empresa que no actuó de buena fe al suministrar una información contable alejada de la realidad, deliberada y puniblemente falseada.
De modo que de la tarea del contador público depende que estos riesgos no se presenten, y menos que se capitalicen, de allí que su labor tenga una gran responsabilidad social y económica frente a la sociedad. Si el riesgo de que hablamos se capitaliza habrá que decir sin vacilación que el contador público tiene gran responsabilidad en ello.
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